Acude al Ayuntamiento porque tiran vertidos en su finca, y le reafirman que se enfrenta a una sanción

Vertidos ilegales y excrementos caninos: dos problemas sin solución si los ciudadanos no colaboran

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Vertedero ilegal en el camino de la Estanca. El propietario de la finca lo limpia pero vuelven a dejarle escombro

“Tiran escombro y basura en mi finca, me la dejan hecha un desastre y encima es a mí a quien el Ayuntamiento amenaza con denunciar. Vengo al Ayuntamiento a exponer mi caso y además de decirme que no pueden hacer nada me reiteran la amenaza de denuncia hasta con malos modos. Es indignante”. Así nos lo cuenta una lectora de LA BRÚJULA que pone en evidencia de esta manera uno de los problemas que tiene Calahorra y que no tiene solución sin la colaboración de los ciudadanos.

Y es que ningún paraje de nuestro término municipal parece librarse de los vertidos ilegales, ya sea en un polígono industrial, el orillo de un camino, una yasa o una cantera de grava. En el caso que la ciudadana que acude a este medio de comunicación pudimos comprobar que en efecto existen en el camino de la Estanca dos vertederos ilegales en menos de 200 metros.

El actual Equipo de Gobierno Municipal (PSOE) criticaba al anterior (PP) por no solucionar este problema de elemental higiene e imagen, pero con el relevo en el Ayuntamiento las cosas siguen prácticamente igual: se insta a los propietarios de los terrenos a limpiar los vertidos que otros han realizado en sus parcelas y esto es, al parecer, todo cuanto se puede hacer. Con suerte, de vez en cuando una zona queda limpia para volver a albergar residuos meses o días después.

El actual equipo dice que ha conseguido geolocalizar con GPS los puntos de vertido con la colaboración de la guardería de la Comunidad; pero no sirve de nada si una vez hecho y amonestados los propietarios de las fincas afectadas, terceras personas siguen realizando vertidos.

“Mi marido ha ido a retirar con los pocos medios que tiene todo el escombro y basura que han tirado en nuestra finca, pero eso nos lleva un tiempo y un esfuerzo en el que nos vemos solos e impotentes porque días después volvemos a ver que han hecho nuevos vertidos e incluso sabemos quien ha sido, pero ni atiende a razones ni lo denuncian”, sigue diciendo la lectora que pide colaboración, civismo y sentido común: “Cuando la gente hace obras en su casa, tiene que pedir la factura porque es obligatorio que la empresa encargada gestione los escombros y los lleve a un vertedero legal. Además hay otros pueblos que eso lo tienen solucionado con punto limpio”.

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Un segundo vertedero ilegal a unos 200 metros de otro en el camino de la Estanca

Sobre esta misma cuestión, LA BRÚJULA ya puso de manifiesto, meses atrás, la existencia de un vertedero ilegal en el polígono de Rifondo que, afortunadamente, ha sido recientemente limpiado.

Las sanciones para los culpables, no para las víctimas

Igualmente venimos criticando repetidamente la actitud de algunos propietarios de perros que permiten que éstos orinen o defequen en cualquier lugar que no sea la puerta de su casa, dejando la suciedad atrás mientras miran a otro lado como si no se enterasen. Una actitud que por cierto contrasta con la de otros dueños de mascotas que mantienen una actitud cívica que merece ser agradecida.

Cartel suciedad perros
Muchos propietarios de perros son personas responsables que inluso instan a sus vecinos a mantener una actitud cívica

Meses atrás dábamos cuenta de la sustitución de un poste de semáforo corroído por la orina de los perros; pero curiosamente aquella información sólo sirvió para que recibiéramos en nuestro muro de Facebook comentarios negacionistas, nada edificantes, insultantes e incluso amenazantes, lo que evidencia que nos encontramos ante problemas que no tienen más solución que la vigilancia y el varapalo sancionador; pero claro, las sanciones deben ser para quien lo hace, no para quien lo sufre.

A esto se unen problemas añadidos: pintadas en paredes y muros, chicles en el suelo, falta de limpieza en muchas calles… La conclusión es sencilla: Calahorra será lo que todos los calagurritanos quieran que sea.