Lejanos quedan ya los días en que los jóvenes pescadores de Calahorra íbamos en bicicleta a pescar aquellos “nuevos peces” a las balsas de “La Cocha” en Calahorra y al Marinal de San Adrián. Percas americanas llamábamos antaño a aquel pez exótico de enorme boca que más tarde se conocería como Black Bass y que despertaría encendidas pasiones entre pescadores que hogaño despliegan un impresionante abanico de recursos con cientos de señuelos de nombres americanos a cual más impronunciable.
Las cosa han avanzado tanto que ya tenemos a pescadores calagurritanos dispuestos a cruzar el Atlántico para competir en la pesca del Black Bass. Luis Jiménez y Rubén Burgos son precisamente los que se han embarcado en esta aventura a nivel de competición internacional y hablamos con Luis sobre los detalles.
LA BRÚJULA.- He visto los equipos modernos de pesca y son apabullantes. En mis tiempos llevábamos una caja que apenas contenía una decena de señuelos que venían a ser los mismos que usábamos para pescar las truchas.
Luis Jiménez.- Todo evoluciona. Ahora llevamos cajas muy grandes con muchos cebos de muchos tipos. Pero también aquellas viejas cucharillas siguen funcionando. Lo que pasa es que ahora hay señuelos más especializados para hacer frente a muchas situaciones y encontrar aquello con lo que mejor pican. También llevamos distintos tipos de cañas y carretes.
LB.- ¿Cómo ha llegado esta oportunidad de competir en los Estados Unidos de Norteamérica?
LJ.- Todo ha sido resultado de ganar una selección de equipos en la competición de pesca de Black Bass desde embarcación que se desarrolló en Caspe, en el embalse de Mequinenza, en noviembre del año pasado. Fueron dos días de pesca, siempre con cebo artificial, en los que conseguimos muy buenos resultados. El primer día llevamos a la báscula más de 11 kilos de peces y el segundo día otros cuatro peces de buena talla. En total casi 17 kilos.
LB.- ¿Alguna pieza especialmente grande?
LJ.- Sí, conseguimos pescar varios Black Bass muy grandes. Uno de ellos pesó 2,700 kilos y logramos otros cuatro peces de peso parecido; así que eso nos valió llevarnos dos premios pues además de conseguir el mayor número de peces conseguimos también el premio al mayor peso marcando un récord.
LB.- ¿Cómo conseguisteis esa diferencia con el resto de pescadores?
LJ.- A veces se consigue, no siempre. Es cuestión de saber leer el agua, de interpretar bien las condiciones y encontrar las claves que hacen que los peces elijan tu señuelo. Los Black Bass son peces depredadores y en este caso nos dimos cuenta de que cuando el Sol salía entre las nubes, los peces se refugiaban en las zonas oscuras junto a los cortados verticales de las orillas para atacar desde allí a sus presas. Así que, paseando los señuelos por la sombra, en paralelo a los cortados, teníamos picadas continuas en los chatterbaits, que son cebos muy llamativos con una parte metálica y otra parte de vinilo.
LB.- Supongo que además habrá que acertar con la profundidad, la velocidad de recogida de sedal… Bueno, el caso es que disteis con la clave y ahora os vais a los Estados Unidos de Norteamérica.
LJ.- Sí. Está previsto que salgamos el día 9 de noviembre para llegar al lugar de la competición en el que pasaremos una semana de entrenamiento. Conocer el lugar es fundamental y hay que adaptar las técnicas, los señuelos… Será en el estado de Alabama, en el lago Pickwick.
LB.- Estados Unidos es la meca de la pesca del Black Bass, no
LJ.- Sí, vamos a medirnos con la élite de la pesca mundial del Black Bass y con pescadores que conocen esas aguas. Sabemos que no tenemos posibilidades pero queremos vivir esa experiencia en la que se van a dar cita los mejores pescadores del mundo. Nos hace ilusión, como no.
Pues sólo nos resta desearles a Luis y a Rubén mucha suerte, acierto y buena pesca para representar a España y llevar el nombre de Calahorra al otro lado del charco.
