Ecologistas en Acción vaticina una difícil financiación del abastecimiento de agua desde la presa de Enciso

El colectivo insiste en los "riesgos geotécnicos", critica la millonaria inversión "destructiva" y cree que el suministro de agua de boca viene a justificar un embalse "sobredimensionado"

embalse de Enciso marzo 2022
Embalse de Enciso en marzo 2022

Ante las últimas noticias sobre el suministro de agua desde el río Cidacos para 20 poblaciones riojanas, Ecologistas en Acción ha remitido un escrito en el que vuelve a criticar la creación de la presa de Enciso a la que califica de «tardofranquista». El colectivo cree que es una infrestructura muy cara, destructiva, insegura y sobredimensionada que va a tener un altísimo coste de financiación obligatorias para los municipios a los que dé servicio.

Tras referirse a la presa de Enciso como una infraestructura «mal diseñada, peor construida y sobredimensionada», insisten en que «implica riesgos» por «problemas geotécnicos»  y recuerdan que su construcción «implicó la destrucción de Las Ruedas de Enciso y su patrimonio».

Vaticinan que «lo más previsible es que los problemas no paren de aumentar durante las fases de llenado y vaciado».

Financieramente se refieren a un «desaguisado ambiental» para construir la presa que ha costado más de 100 millones de euros –»el equivalente a que cada habitante de la cuenca del Cidacos haya tenido que aportar la no despreciable cantidad 2000 euros»– y a la que ahora dicen que hay que «buscarle alguna utilidad que ha llegado en forma de explotación como reservorio de agua potable, previa instalación de tuberías por valor de otros 70 millones de euros, para los pueblos del bajo y medio Cidacos.

No obstante, la historia de los acontecimientos contradice esta última afirmación de Ecologistas en Acción, pues apenas comenzada su construcción –hace 22 años–  se hablaba de la utilidad de la presa de Enciso para riego y muy posiblemente para el abastecimiento de agua de boca y se especificaba la construcción de un azud aguas abajo de Arnedillo con el propósito de sacar del cauce del Cidacos el caudal necesario para ello. El aspecto que entonces generaba más dudas tenía que ver con la posibilidad o no de que el río Cidacos tuviera caudal ecológico en su último tramo o si, tras entrar en servicio la presa, seguiría siendo el cauce de tipo torrencial –con agua sólo en tiempo de lluvias– en el que se ha convertido en los últimos 40 años.

Sea como fuere, los ecologistas dicen que «lo más probable es que la financiación de la obra y el mantenimiento del embalse de Enciso, sean muy problemáticos» y advierten que «no es la primera vez que se aplica este tipo de financiación de las obras en la Cuenca del Ebro, tanto por parte de usuarios urbanos como de regantes, estén o no de acuerdo con la obra y su gestión».

Critican igualmente que la presa de Enciso se ofrezca «como panacea de agua potable para localidades cuyas problemáticas son muy diferentes».