La presidente del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, realizó ayer unas declaraciones sobre el proceso de vacunaciones contra el Covid-19 que no han sentado nada bien al Colegio Oficial de Enfermería de La Rioja. Así lo dice este organismo colegiado que ha emitido una nota de prensa en la que las enfermeras niegan su responsabilidad en el incumplimiento de los plazos previstos para la vacunación.
En las declaraciones a la SER, Concha Andreu habría declarado que “faltan manos para vacunar” y habría elogiado “lo bien que lo están haciendo en Asturias”. Ambas afirmaciones han sido rechazadas de plano por el Colegio de Enfermería de La Rioja que comienza por recordar que la ratio de enfermeras por cada 100.000 habitantes es prácticamente la misma en Asturias que en La Rioja, «luego puede ser que el problema no esté en la escasez de enfermeras. Quizás el problema resida en la gestión y planificación del programa de vacunaciones de la COVID-19, e incluso que en una sana autocrítica, que los responsables políticos de esa programación estén anulando a los técnicos, que son los que realmente saben», añade la nota del colegio profesional de enfermería.
Como forma de demostrar este argumento, el presidente del Colegio de Enfermería de La Rioja, Pedro Vidal, señala que no ha habido contratiempos en otras vacunaciones: «¿Ha habido problemas con las vacunas de la gripe?, ¿hemos fallado las enfermeras?», se pregunta Vidal señalando al mismo tiempo que «el Colegio de Enfermería de La Rioja es consciente de que estamos ante una vacuna que se debe administrar con el doble de dosis y probablemente sea mayor el número de peticionarios que para la de la gripe, pero según todos los planteamientos de los expertos habrá un espacio de tiempo mucho mayor que el de la campaña de la gripe para lograr ese porcentaje deseable de inmunización de la población».
Lo que más extraño resulta para el Colegio de Enfermería es que las palabras de Concha Andreu «las pronuncia tan solo siete días después de aprobar un Decreto por el que pone a disposición de las Consejerías de Salud y Servicios Sociales todos los recursos humanos y materiales de todas las entidades privadas y Mutuas de accidentes de trabajo de La Rioja e incluso posibilita la compatibilidad del ejercicio profesional del personal al servicio de las Administraciones Públicas, en la prestación simultánea de servicios, entre otros a las enfermeras y enfermeros riojanos».
Por todo ello, el Colegio de Enfermería de La Rioja sugiere a Concha Andreu:
– Que se respete la capacidad de decisión necesaria a quienes habitualmente planifican y ejecutan el cumplimiento de los planes de vacunaciones de nuestro calendario. Las enfermeras tenemos esa capacidad ya demostrada en muchos años.
– Que se pidan voluntarios para crear equipos de vacunación, dentro de su jornada laboral o haciendo una jornada complementaria, ya sean de las administraciones públicas o del sector privado, ahora que los ha puesto usted a todos -vía Decreto- en el mismo barco.
– Que esos medios privados y Mutuas de accidente que también participan en la campaña de la gripe, lo hagan en la vacunación COVID-19. Le sugerimos que sea Atención Primaria quien los coordine.
– Que los alumnos de 4º del Grado de Enfermería, a los que todo el mundo reclama, probablemente aquí sí que podrían realizar funciones adaptadas a su actual grado de preparación y ser correcta y efectivamente supervisados por un profesional tal y como exige el Decreto.
La Rioja cuenta con 2.030 enfermeras colegiadas, si bien para cumplir las ratios europeas deberíamos contar con 600 más. En este momento de la pandemia las enfermeras se encuentran –según declaran una vez más– fatigadas y emocionalmente saturadas, pero añaden que aún pueden aportar el esfuerzo suficiente para llevar a cabo la vacunación de la población: «Si con los medios de Atención Primaria no llega, pida colaboración, porque probablemente la encontrará. Pero eso sí, le rogamos que si los plazos previstos para la vacunación no se cumplen, no nos eche la culpa«.