
El pasado 27 de julio fallecía en su patria mejicana el Padre Raúl González Antillón, uno de los más populares «manitos» (hermanos misioneros del Espíritu Santo) que llegaron a Calahorra en 1962.
El Padre Raúl dejó una marcada huella religiosa en Calahorra a través de su labor en el colegio que fundaron en esta ciudad; primero en el desaparecido convento de San Francisco y después, como director en el centro que hoy alberga la residencia de «Los manitos», por lo que gran cantidad de personas han lamentado su muerte y en su memoria han organizado para el domingo, día 10 de septiembre, una Misa en sufragio de su alma. El oficio religioso tendrá lugar en la Iglesia Parroquial de Santiago, a las 12:30 horas.