Fernado Cáseda

La revista eHumanista de la Universidad de California acaba de publicar un estudio del investigador calagurritano Jesús Cáseda. Su título “Raquel (la judía de Toledo) y el rey Midas o Vidas. Génesis histórica y autorial del Cantar de Mio Cid: De la derrota de Alarcos (1195) a fray Diego Velázquez, probable creador de la obra”.

Se trata de un interesante estudio que abre un nuevo camino de investigación en torno al Poema de Mio Cid y ofrece grandes aportaciones. Así, data la escritura de la obra (verano de 1195 hasta la muerte de Diego Velázquez en 1196), localiza el lugar en que se compuso (el monasterio cisterciense de San Pedro de Gumiel de Izán, en Burgos), e identifica la causa que le movió a ello (la derrota de Alarcos y la actitud poco honesta del rey castellano).

Pero sobre todo el trabajo de Cáseda contiene reveladores datos al demostar la autoría a partir de un gran número de pruebas,  descubre también la identidad de los infantes de Carrión, el origen del episodio de la afrenta de Corpes o del león y la probable identidad de “Per Abbat”.

 

 Resumen 

Esta investigación sitúa el origen histórico de la escritura del Poema de Mio Cid en la derrota de Alarcos (1195) provocada por la avaricia del rey Alfonso VIII. Durante la batalla, murieron la mayor parte de los soldados y clérigos de la orden militar de Calatrava. Su fundador, fray Diego Velázquez, entonces retirado en el monasterio de San Pedro de Gumiel de Izán, escribió la obra desde el resentimiento contra el monarca entre 1195 y 1196, poco antes de morir.

Este es el origen del episodio de Raquel y Vidas. El trabajo identifica a los infantes de Carrión, en realidad señores del Infantado de León, los Castro. Explica por qué aparece en la obra el nombre del abad de San Pedro de Gumiel de Izán (Sancho) en lugar del abad de San Pedro de Cardeña (Sisebuto). Busca las causas del recorrido meridional de la expedición cidiana (tierras donde estaba asentada la orden de Calatrava). Y analiza la vinculación de la onomástica de Babieca, Tizón y Colada con la biografía de fray Diego Velázquez.

Muy probablemente “Per Abbat” fue el buen amigo de fray Diego, el francés Pedro Abad de Morimundo, al frente del monasterio cisterciense de Morimond en Francia y de San Pedro de Gumiel de Izán en Castilla, así como de la orden de Calatrava, dependientes todos ellos del convento francés.

Enlace del artículo publicado: AQUÍ