Este año no vamos a ver en las escaleras del atrio de la Catedral de Calahorra a los niños en grupos posando para la tradicional foto de San Blas; ni tampoco veremos al gentío arremolinarse en torno al rosco gigante que dona Tahona Mi Pan para ser compartido a cambio de donativos para Amigos de la Catedral.
No habrá bendiciones constantes por la mañana y por la tarde porque la pandemia obliga a evitar aglomeraciones.
Por eso, tal y como informamos días atrás, la festividad de San Blas se va a celebrar hoy en su aspecto estrictamente religioso, con una misa a las 11 horas y una única bendición para todos aquellos que quieran acudir con sus roscos u otros alimentos. Tanto la misa como la bendición se realizarán guardando rigurosamente los protocolos de distanciamiento social que ya se vienen aplicando en las iglesias.
El Cabildo catedralicio, en un comunicado de prensa que publicamos en esta web, explica que este año la mejor forma de honrar a San Blas es desde nuestros propios hogares.
