La corrosión por urea canina obliga a cambiar el poste de un semáforo

cambian semáforo Bebricio esquina Dr. Fléming
Trabajos de sustitución del mástil del semáforo frente al nº1 de Bebricio

Buena muestra del coste que acarrean los orines caninos en el mantenimiento del mobiliario y elementos urbanos lo tenemos esta mañana en la sustitución del mástil del semáforo de la calle Bebricio esquina Dr. Fléming.

A primera hora los operarios municipales sustituían este elemento que se encontraba muy corroído en la base y con riesgo de venirse abajo debido la acción de la urea, un tipo de amoníaco presente en la orina que se convierte en nitratos. Los nitratos concentrados queman las plantas y corroen el metal, lo que combinado con el óxido por el agua puede hacer que se produzcan graves accidentes.

Por si el efecto químico no fuera suficiente, las micciones, al igual que el fecalismo, transmiten bacterias algunas de ellas nocivas para el ser humano y por supuesto para otros animales pues producen parasitosis, giardiasis, salmonelosis, leptospirosis y toxoplasmosis.

Resulta especialmente grave y vergonzoso que estas deposiciones se produzcan, ante la pasividad de los propietarios de mascotas, en lugares públicos frecuentados por niños. El colegio de las Teresianas, cercano al punto referido arriba, es un ejemplo de ello especialmente en la acera que conduce al parque del Cidacos donde ninguna mañana faltan excrementos y orines. Igualmente graves son las deposiciones en escaparates, portales…

Por otra parte cabe preguntarse por la utilidad de sustituir el mástil de un semáforo que lleva años inactivo en un punto tan conflictivo para el tráfico en el que coinciden la estación de autobuses, la principal conexión con polígonos industriales y el acceso a un colegio.