Ctic Cita, Cooperativa El Raso, Universidad de La Rioja y Fundación Caja Rioja han presentado esta mañana la cosecha recogida en el campo experimental del proyecto AGRITOM 2.0. Se trata de un proyecto para impulsar el cultivo del tomate industrial en la Comunidad Autónoma que se basa en la mejora de la eficiencia y de las buenas prácticas agrícolas.
AGRITOM2.0 se desarrolla durante tres años –este es el segundo– mediante cultivo de diferentes variedades de tomate de industria para obtener los indicadores que permitan introducir técnicas sostenibles y mejoras que determinen la calidad y funcionalidad del producto final.
Con los resultados obtenidos en su campo experimental de Calahorra, se pretende obtener parámetros objetivos que permitan modificar hábitos y moverse hacia prácticas agrícolas más sostenibles que animen a los agricultores a la plantación de este tomate de manera eficiente en nuestra Comunidad dada la creciente demanda de la industria conservera del Valle del Ebro minimizando el impacto ambiental.
Y es que, a pesar del carácter agrícola de Calahorra y de los buenos productos de su huerta, el cultivo de tomate industrial en gran volumen –que podría surtir desde nuestros campos a grandes fábricas como la Heinz y otras conserveras– se encuentra muy abandonado, con lo que se estima que los productores están dejando pasar una notable fuente de ingresos.
Recuperar esta producción que actualmente lideran los agricultores de las vecinas comunidades navarra y aragonesa es el fin último de estos ensayos que se vienen realizando en una finca de unos 2.000 metros cuadrados (una fanega de tierra) situada en el calagurritano paraje de Los Pontigones. Allí se han plantado nueve variedades de tomate para industria conservera suministradas por Heinz Seeds, Seminis, Viromil y NunHems. Todas ellas tienen como base de control y comparación la especie H9036, que es hoy día la variedad de tomate más cultivada en el valle del Ebro para la industria transformadora.
Una cosecha excelente
El coordinador del proyecto, Germán Soldevilla, del CtiC-Cita, ha declarado en la presentación de hoy que la cosecha «ha supuesto una producción excelente, especialmente en las variedades de ciclo largo, aunque las características de este año han hecho que presentara una maduración atípica y complicada, muy irregular frente a la abundancia de la cosecha obtenida».
Los tres tipos de acolchado empleados –estándar, biodegradable y papel– se han comportado de manera similar ante la maduración la producción y las malas hierbas y los tratamientos empleados esta campaña han sido mínimos con un comportamiento muy bueno de la sanidad del vegetal, haciendo que el cultivo haya sido prácticamente ecológico.
Julio Blanco de la Universidad de La Rioja, comentado que «aunque pudiera parecer lo contrario la huella de carbono derivada del uso del acolchado en papel es superior a la que pude marcar el plástico biodegradable por el grosor que precisa para obtener este resultado tan parecido en producción y contra las malas hierbas».
Mikel Orla, de la Cooperativa El Raso, ha señalado «el gran rendimiento obtenido este año y el buen comportamiento ante las plagas que ha habido en el Valle del Ebro lo que ha permitido una cosecha sin haber utilizado apenas productos fitosanitarios».
Finalmente, Arturo Colina, de la Fundación Caja Rioja, ha indicado que «por la situación que ha generado la pandemia, algunas de las acciones divulgativas programadas tendrán que modificarse y los resultados llegarán a todos a través de la página web, twitter y directamente a los agricultores que se encuentran en la red relacionada con Agritom 2.0 y a la que pueden sumarse los que así lo deseen contactando con nosotros».
