Hay costumbres que no desaparecen por más que cambie la vida, porque son inherentes a nuestra cultura, como la de visitar los enterramientos de los seres queridos, al menos una vez al año.
La tradición cristiana lo hace el día 1 de noviembre, festividad de todos los Santos, y así, ayer lunes, los dos cementerios de Calahorra, San Lázaro y La Planilla, recibieron la visita de muchos calagurritanos.
Las lápidas de ambos cementerios aparecen hoy más limpias y llenas de flores como símbolo del recuerdo que esas personas nos han dejado.
Fotos: Antonio Sola