Calahorra ha vuelto a demostrar que por algo se le llama la «Ciudad de la Verdura». Un título que tiene no solo por la excelente materia prima que da su huerta, sino también por la buena cocina que se elabora con sus hortalizas.
Así se ha visto durante las XXVII Jornadas Gastronómicas de la Verdura que finalizaban este lunes 1 de mayo tras once días de actividades en torno a la verdura.
Desde su inauguración el día 21 de abril, a cargo de Mikel López Iturriaga, la programación ha ido “in crescendo” hasta culminar en el segundo fin de semana, que ha sido cuando más público se ha concentrado, especialmente el domingo.
Este año el mercado de la verdura instalado en la carpa del Silo ha contado con más puestos que en la edición anterior (cuatro), y las impresiones generales de los vendedores son de lo más positivas. Baste decir que El Mercado de Miguel sacó a la venta 3.000 kilos de verdura de hasta 37 variedades.
Los bares también se han visto muy animados y lo mismo puede decirse de los restaurantes. Calahorra ha sido un foco de atracción turística para visitantes de muchos puntos del Norte de España pero también de Valencia, Madrid… Turistas del País Vasco han sido los más numerosos, animados algunos de ellos por el partido de fútbol contra el CD Calahorra.
A la hora de hacer un balance de las jornadas, hay que destacar sin restar mérito a un programa de actos variado y entretenido elaborado por el Ayuntamiento de Calahorra, el enorme trabajo que han realizado todos los sectores implicados y todos cuantos han participado de una u otra forma. Hemos visto a hosteleros “multiplicarse” para poder estar en la carpa y atender su local, y lo mismo puede decirse de quienes acudieron con sus productos a la Carpa, o los comerciantes que colaboraron adornando sus escaparates con verduras, las panaderías, los responsables de hacer posible la «Pasarela de la verdura» , sociedades coopeerativas, empresas, voluntarias culturales, parque de obrasy en general todos los establecimientos de venta al público de Calahorra.
Cada acto programado ha tenido su público, pero los más multitudinarios han sido la pasarela del pincho en el Raso, la Pasarela de la Verdura, así como todas y cada una de las degustaciones y demostraciones culinarias. Además, la comida de las peñas el domingo en la plaza de toros nos llevó a vivir momentos parecidos a las fiestas, gracias también a la charanga de la Philips que movió a la juventud de día y de noche el domingo.
Como siempre, el tiempo juega un papel fundamental en el desarrollo del programa. Este año hemos tenido de todo, pero aún en las condiciones más desfavorables, la atractiva oferta gastronómica pudo incluso con la lluvia de los inicios de las Jornadas.
El Ayuntamiento nos proporcionará un balance con datos más precisos de estas magníficas jornadas, que publicaremos en cuanto lo recibamos.
Galerías fotográficas de Antonio Sola:
