Calahorra se convirtió en una gran fiesta de disfraces, ya que por todas las calles se veían niños disfrazados de esqueletos, zombies, y todo tipo de personajes de terror.
Algunos de ellos, los que primero se inscribieron, disfrutaron pasando miedo en el Pasaje del Terror que instaló el Ayuntamiento en el albergue juvenil. Fueron en total 340 niños que pasaron en pequeños grupos por ese túnel de los horrores y que luego merendaron un chocolate caliente.
Horas después se celebraba en la carpa instalada en el Mercadal el acto de entrega de premios a los mejores disfraces. El concurso lo ganó la «Hechicera» que repetía premio por segundo año consecutivo. El segundo premio fue para «Espantapájaros» y el tercero para «Araña».
Las fotos de Antonio Sola recogen el momento de la entrega de premios, así como dos imágenes de otro «pasaje del terror», el que preparan desde hace años en la calle Navarra, las conocidas como «Chicas de Hallooween». Ellas lo preparan con todo lujo de detalles para disfrute de todo el que desee entrar. Además cuentan con la colaboración de unos jóvenes franceses que vienen a Calahorra cada año por estas fechas con la ilusión de poder contribuir a «animar» las escenas de terror.
