El concierto, que iba a ser el de clausura del festival el pasado mes de enero, hubo de suspenderse a causa de un contagio por COVID, y en él estaba previsto que recibiera el premio A en la categoría de Música “porque a pesar de su juventud, ha conseguido actualizar el legado del flamenco con una mirada contemporánea de alcance universal. Porque camina por su arte sin ataduras ni complejos, con una sensibilidad y una voz únicas. Por su personalidad transgresora. Porque su música es un arma cargada de futuro. Porque su primer disco, ‘Sanación’, es un homenaje fascinante a sus raíces, a su abuelo cantaor autodidacta que le transmitió el resplandor, ese don que se trae de origen o ya no se aprende en ninguna parte. Porque desde entonces, esta joven cordobesa nos remueve tierra, corazón e instintos. Porque es lo mejor que le ha pasado a la música española en los últimos tiempos”.
Tras no poder hacerse, el festival se comprometió a recuperar esa fecha, y el sábado se pudo celebrar al fin, en la Sala de Cámara de Riojaforum, que casi rozó el lleno.
Minutos antes del concierto, entregaron el premio el director artístico del festival, Santiago Tabernero, y la responsable de la Fundación Escultor Daniel (autor de la obra ‘Arrogancia’, que es la escultura que da imagen a los premios A) y nieta del artista, Berta Bartolomé.
En lo musical, la cantante de Pozoblanco interpretó las canciones de su, hasta ahora, único disco “Sanación” publicado en 2020. Sus letras íntimas y breves son una reivindicación ante las injusticias, la vida en el campo y los refugiados. Acompañada a la guitarra flamenca de Paco Soto tubo una primera parte más flamenca, guitarra y voz, y ya en la última parte la aparición del teclista Miguel Grimaldo incluyó además del teclado bases pregrabadas. La actuación finalizó con la versión de “Nana del caballo grande” de Lorca.
