Escribe: Chema Maestre
Le sobran tablas a María Peláe, lleva más de doce años sobre los escenarios, aunque reconozco que para mí era una autentica desconocida. Tras la escucha previa de sus temas uno llega a la conclusión de que hay un poquito de guasa, algo de biografía y mucha crítica social en sus canciones.
Pero María es más, un torbellino en el escenario, divertida, dicharachera, pura energía, no es de extrañar que la hayan comparado con la mismísima Lola Flores, la que según nos contó se le apareció un día y le dijo que se tomara un vinito de jerez y que hiciera un rap, por lo que en sus melodías se mezcla la rumba con la salsa y no le pone peros al Dub y similares, pero eso sí, “los potajes los hace escuchando a la Paquera de Jérez”.
En resumen, un concierto al que solo le faltó media hora más y que el público no se hubiera tenido que contener las ganas de bailar, con una organización y un público de 10, respetando en todo momento las medidas anticovid por que está claro que la cultura es segura.
