Tras las finalización de su gira por grandes estadios para presentar su último disco, “Cada vez cadáver”, Fito se ha embarcado en una nueva gira de teatros y auditorios, dado que la primera no pasó por Logroño, estaba casi cantado que esta sí que lo haría, y que mejor excusa que la de ser cabeza de cartel de Actual 23 para hacerlo.
Cómo era de esperar, Fito, más dicharachero que nunca, ofreció un concierto de un gran nivel, buen sonido, buen juego de luces, puesta en escena espectacular, lleno absoluto, canciones que son casi himnos y nos dejó claro que existe una gran complicidad entre los Fitipaldis, a los que ahora se han añadido dos nuevos integrantes que no son otros que el dúo Fetén Fetén incorporados con sus instrumentos como dos miembros más de la banda.
Comenzó fuerte, “Me acorde de ti”, Mark Knopfler cuanto bien le has hecho a la música, para continuar con “Fastamas”, e ir alternando con canciones de discos anteriores y más conocidas por el público, pero, que permanecía todavía sentado en sus asientos.
La que podía haber sido la primera sorpresa llegó con “A la luna se le ve el ombligo”, si no me falla la memoria en el 2013 también hizo una gira similar, de ella salió el magnífico “Directo en el Arriaga” y en donde podemos encontrar una versión similar a la que interpretó ayer, arriesgó poco.
Lo verdaderamente innovador del concierto fue la parte central del mismo, donde la banda se colocó en semicírculo, “formato gipsy” lo llamó, e interpretaron, esta vez si en formato más acústico, una serie de canciones entre las que incluyó “Me quedo aquí” de Fetén Fetén, donde Fito cantó de pie sin la protección de su guitarra, en una especie de fanfarria con acordeón, violín y hasta serrucho incluido.
Dejó para el final los platos fuertes, esas canciones más emblemáticas con las que terminó por ganarse hasta al más escéptico, como yo, “Me equivocaría otra vez” y “La casa por el tejado”. Dos bises, el primero con “Entre la espada y la pared” y, cómo no, “Soldadito marinero” que terminó coreado por el público puesto en pie, y un segundo con “Por la boca vive el pez” y “Antes de que cuente diez”, ahora ya si rendido a sus pies, pusieron punto final a la primera noche de Actual 23.
Dos horas de un concierto que no fue eléctrico, aunque en algunos momento lo pareció, ni fue acústico, aunque a veces también lo pareció, Fito podía haber llenado el Palacio de Deportes, y la Plaza de Toros, pero nos condicionó a escucharlo en un formato que cada vez va ganando más adeptos, será cosa de la edad, no se fuma, no se bebe, no te pisan, sentado cómodamente.
Texto y fotos: Chema Maestre
