Esta mañana se han vuelvo a dar cita en el parking de la Catedral las fuerzas y cuerpos de seguridad para iniciar una nueva búsqueda de Jesús Ochoa, desaparecido el pasado día 13 en Calahorra.
Tras la infructuosa batida que se realizó ayer coordinada por la Guardia Civil y en la que participaron más de 200 personas que acudieron voluntariamente a la llamada de la familia, hoy esta operación se realiza exclusivamente por profesionales. Así, vuelven a concentrarse en el punto de inicio la Guardia Civil, incluidos agentes en moto del Seprona, y la Unidad Canina, Cruz Roja, Protección Civil, y Policía Local de Calahorra.
La tarea hoy es volver a pasar por donde ya se buscó ayer, pero con un radio más amplio. Ayer se centró en el perímetro más cercano al casco urbano de la ciudad habida cuenta de que Jesús tiene un problema de movilidad que difícilmente le permite llegar muy lejos. Hoy el rastreo se extiende a Murillo, pantano de Perdiguero donde ya estuvieron pero ampliando a términos como Torrecilla y Torrescas, el Canal de Lodosa y Campobajo, hasta llegar al Ebro en la zona frente a la Barca de Azagra. La intención es revisar el caballón del Ebro en dirección Este. Además la Policía Local revisará casillas de campo y acequias comenzando por el término de San Lázaro.
Algún miembro de la familia también participará hoy en las labores de búsqueda en el helicóptero que volverá sobrevolar la ciudad y todos sus alrededores.
Nadie se explica dónde puede encontrarse Jesús; incluso la posibilidad de que apareciera en el canal es remota ya que, según nos han informado a la altura de Rincón de Soto hay una reja que no permite pasar las ramas junto a una máquina que se encarga de la limpieza de zahorra.
Jesús Ochoa está casado y tiene dos hijos. El hecho de que no acudiera al trabajo dio la voz de alarma a la familia porque se trata de un hombre responsable y trabajador.
