La Rioja acaba de notificar al Ministerio de Sanidad la detección de un brote de COVID-19 localizado en Alesanco y que afecta a cinco personas, que se encuentran en aislamiento en sus domicilios. Su vínculo epidemiológico está originado en el ámbito del ocio.
El Gobierno de La Rioja informa así de las novedades en el seguimiento del coronavirus y añade que de las cinco personas afectadas, una ha presentado síntomas leves de la enfermedad, mientras que las otras cuatro permanecen asintómaticas y han sido identificadas en el proceso de seguimiento de contactos del primer caso.
“La detección precoz de este brote ha sido posible gracias a las labores de seguimiento de los casos confirmados de la enfermedad, ya sean sintomáticos como asintomáticos, y al de sus contactos estrechos, a los que se les realiza pruebas diagnósticas en menos de 24 horas tras ser citados para cortar cuanto antes la cadena de transmisión del coronavirus”, dice la nota de prensa de las autoridades sanitarias en la que añaden que “actualmente, La Rioja cuenta con un rastreador por 3.700 habitantes, y en el proceso de seguimiento de contactos se identifican de media unos seis contactos estrechos por cada caso confirmado”.
La consejera de Salud, Sara Alba, y el director del Área de Salud, Alberto Lafuente, han estado esta mañana visitando al equipo de seguimiento de contactos en el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR).
Evolución epidemiológica
El brote localizado en Logroño, notificado el 20 de julio, y que afectaba a cinco personas, ha pasado a considerarse no activo, aunque no se puede dar por cerrado hasta pasados dos periodos de incubación (28 días).
A fecha de hoy, hay seis brotes registrados en La Rioja. Todos ellos son brotes de pequeña magnitud, en los que los casos confirmados son asintomáticos o han presentado síntomas leves de COVID-19:
Respecto a la situación hospitalaria, hay tres pacientes ingresados por COVID-19 en el Hospital San Pedro de Logroño y un paciente en Fundación Hospital de Calahorra.