
Cerca de 250 personas participaron ayer en la la VIII Carrera Solidaria que, organiozada por Cáritas Interparroquial de Calahorra, discurrió por las calles de esta ciudad para dar visibilidad a esta institución benéfica y conseguir liquidez con la que afrontar las ayudas a personas necesitadas.
La pandemia suspendió «sine die» la celebración de esta carrera que no tiene naturaleza competitiva y que vuelve al calendario de acontecimientos solidarios de Calahorra. Con la inscripción a 5 euros y 3 euros para los menores de 14 años se conseguirá incrementar el fondo para personas que necesitan ayuda en el pago de su alimentación, alquiler, medicamentos… «Hay gente muy necesitada, aunque incluso no sean visibles». decían los responsables de Cáritas.
La carrera o marcha partió de la calle teatro y tuvo su meta en el Mercadal, donde los participantes encontraron bebida, fruta y bollos de chorizo, además de un sorteo de regalos y una masterclass de baile con Tempo Centro Deportivo.

Aunque no se entregaron premios a los primeros en llegar, muchas personas participaron no sólo para colaborar con Cáritas sino también a modo de entrenamiento para futuras pruebas deportivas de carácter competitivo.