Veni, vidi, vici. Así se puede resumir el fulgurante éxito del festival Holika en Calahorra, que desde que ha llegado a esta ciudad no ha hecho más que crecer y este año ha cerrado su sexta edición (tercera en Calahorra) con récord de cifras.
Desde el pasado jueves hasta la madrugada de hoy domingo, 30 de junio, la organización cifra en más de 80.000 los asistentes a este festival que ha ofrecido a las más conocidas estrellas nacionales e internacionales de música urbana.
Para que todo haya salido bien ha sido necesario contratar a cerca de un millar de empleados, en una organización piramidal que ha sincronizado como la maquinaria de un reloj cada una de las áreas implicadas en el desarrollo del festival. Nadie ha notado los contratiempos que se han vivido, como los daños que sufrió la pantalla principal justamente la víspera de la inauguración.
El interés por mejorar con respecto a anteriores ediciones ha repercutido en que esta sexta edición haya sido, sin lugar a dudas, la mejor. Importantes cuestiones que podían haber echado por tierra el festival se han cuidado al detalle. Así, el camping se amplió y se acondicionó con más comodidades: césped, bar, más espacio, más duchas, baños…
Otro de los aspectos que ha llamado la atención ha sido la limpieza, algo muy difícil cuando se trata de un evento que reune a miles de jóvenes dejando rastro allá por donde pasan. El recinto del festival se encontraba limpio en todo momento; especialmente destacable los baños, con limpieza constante.
También es importante resaltar el buen ambiente que sigue reinando en este festival, aún cuando cada año concita más público. Como en sus ediciones anteriores, y a la espera del balance que ofrecerá la Guardia Civil, no ha transcendido ninguna noticia acerca de incidentes graves, más allá de las peleas que en momentos puntuales hayan podido producirse.
Los servicios sanitarios han atendido traumatismos, y desvanecimientos por el calor o por exceso de alcohol pero no nos constan actuaciones especiales en esta materia.
Así las cosas, Holika se ha celebrado en Calahorra, y Calahorra también celebra que el joven empresario Mario Cornago eligiese esta ciudad para trasladar el festival que en sus inicios se celebraba en Cortes de Navarra y que fue bautizado con un nombre indio, aludiendo a las famosas fiestas de música y color hindues, pero que hoy ya suena a romano.
Holika, en su sexta edición se ha mimetizado con la ciudad que lo acoge, reconvirtiendo toda su iconografía al mundo clásico. Holika hoy es Calagurris.
No obstante el festival se ha hecho tan grande que, como ya hemos informado, en marzo saltará «el charco» y se celebrará en Miami.
