Los campings de Holika ya están al completo. La mayoría de los jóvenes llegaron ayer por la mañana para poder disfrutar de la fiesta de bienvenida que se celebró desde las 7 de la tarde y duró hasta las 3 de la madrugada de hoy.
Este año no se han producido los agobios de ediciones anteriores en los accesos a los diferentes campings. Holika había enviado a domicilio la pulsera de entrada dentro de una bonita caja octogonal de merchandising del festival, así que más de 6.200 jóvenes repartidos en las tres áreas de camping están disfrutando ya de un festival que les va a ofrecer lo mejor del panorama nacional e internacional en música electrónica.
La experiencia de años anteriores, ha propiciado un proceso de entrada ordenado, lo que no evitó las colas a la entrada ya que aunque los accesos se abrían a las 9 de la mañana la recepción se concentró en unas horas y eran miles los que llegaban casi a la vez para hacer el checking.
A las 15 horas de ayer, había entrado el grueso de los campistas. El camping más grande, «Arcadia» junto al Santuario del Carmen, acoge a 3.200 jóvenes y el situado junto al Humilladero «Trainana» hay unos 1.800.
Además, este año se ha ampliado la zona de tiendas instaladas por la organización en el mismo césped del Parque del Cidacos, el «Glamping», por lo que ha duplicado su ocupación. Si el año anterior fueron 500 personas, este año son 1.200 los que han optado por este cómodo camping.
Con mayor o menor comodidad, lo cierto es que los jóvenes se lo están pasando genial y no les acobarda ni el calor extremo que anuncia AEMET ni la tormenta que cayó ayer a las 6 de la tarde, poco antes del inicio, ni el vendaval que eso sí, dañó la pantalla principal del escenario. Un serio contratiempo que Burcor ya está solucionando.
A las 4 de la tarde, los holikers tendrán acceso al recinto del festival para escuchar a sus ídolos musicales. Los horarios AQUÍ.
El esfuerzo de la organización por subsanar los problemas de ediciones anteriores se ha visto compensado con la satisfacción de los campistas, que están disfrutando de un espacio más verde, y mucho mejor acondicionado. Cuentan con más espacio, zonas de sombra, y todas los servicios que demandan los jóvenes: estaciones de carga de batería, numerosas duchas, taquillas y un bar junto a la zona del Carmen que funciona desde la mañana.
Los empleados de la organización se alojan en la casa del santuario del Carmen, donde también tienen el comedor y su servicio de cocina a cargo de una cocinera.
