La CSIF denuncia “graves deficiencias” en los centros de salud riojanos

Entre las carencias, en Calahorra el personal administrativo trabaja "en un auténtico zulo” sin ventilación

La CSIF Central Sindical Independiente y de Funcionarios  denuncia las «graves deficiencias estructurales» que sufre la Atención Primaria de La Rioja, cuyos profesionales trabajan en unas condiciones de precariedad material y laboral que atentan contra su salud y su dignidad.

“Ya nadie discute”, dicen, la “evidente falta de profesionales», que vienen denunciando de 2018,  que se agrava por la pandemia y que «ha obligado a cerrar algunas consultas de nuestra comunidad”. Afirma este sindicado que «nuestros abnegados profesionales se enfrentan diariamente a situaciones lamentables e impropias de un país desarrollado” y ponen varios ejemplos, como el caso del médico del Centro de Salud de Navarrete:

Su médico residente que está de guardia las 24 horas del día dispone para su descanso nocturno, entre avisos y asistencia, de un camastro en el mismo cuarto donde se guardan los equipos de protección individual. En el caso de que este médico se contagiase, algo muy probable debido a su trabajo y teniendo en cuenta que en La Rioja se contabilizan cerca de 800 profesionales contagiados desde que comenzó la pandemia, también se contaminarían todos los EPI que se almacenan en su precario dormitorio».

Citan también el Centro de Salud de Calahorra donde «el personal administrativo trabaja en un auténtico “zulo”, en el que cinco personas se hacinan en un espacio reducido sin ventilación y sin poder guardar las distancias de seguridad. A pesar de la insistencia de esta central sindical, tampoco se han instalado medidores CO2 ni filtros HEPA, cuya eficacia está más que demostrada y su uso, como medida anti-covid en espacios cerrados, lo ha recomendado el propio Gobierno central”.

Por otra parte, entre las diversas funciones que tienen asignadas cuando se hallan de guardia los médicos y DUES (enfermeros y enfermeras) de atención primaria está la primera asistencia “in situ” a las víctimas de un accidente de tráfico, junto a bomberos, personal del 061 y otros colectivos. Explican que “todos ellos se presentan allí con el equipamiento adecuado (calzado y ropa) para trabajar en la carretera salvo el médico o el DUE de atención primaria, que acude con su pijama blanco y zuecos (indumentaria propia del hospital) o con su ropa de calle. Muchas veces teniendo que atender a heridos bajo las peores condiciones climatológicas y en sitios de difícil acceso».

 

CSIF insiste en que se trata de «unas carencias que atentan contra la salud pública y contra la dignidad de estos trabajadores esenciales frente a una de las peores crisis sanitarias que hemos vivido en nuestro país desde hace décadas” y exigen  «que se subsanen cuanto antes estas vergonzosas deficiencias y se provea a los trabajadores del SERIS de los equipos necesarios para atender convenientemente los accidentes y urgencias que se produzcan fuera de los centros de de salud».

También piden «lugares dignos para el necesario descanso de estos profesionales y que no tengan que dormir en despensas, almacenes o cuartuchos. Así como dependencias e instalaciones adecuadas para el personal de la función administrativa, celadores y TCAES».