Los gobiernos de Aragón, Navarra, País Vasco, La Rioja, Cantabria y Asturias han acordado un paquete de restricciones comunes de cara a las fiestas de fin de año para «reducir la interacción social que pudiera propagar el coronavirus«.
Estas medidas se centran en los horarios del ocio nocturno y en las fiestas de Nochevieja y se aplicarán de forma homogénea en todas las comunidades pero atendiendo a las circunstancias y normativas individuales de cada una. En definitiva, de lo que se trata es de evitar que la gente pueda sortear las medidas restrictivas de una región trasladándose a una comunidad limítrofe.
Los consejeros de Salud de estas autonomías han coincidido en señalar con una u otras palabras que no se plantean medidas más rígidas porque se considera que el porcentaje de población vacunada es muy alto y gracias a ello existe un aceptable nivel de protección que está manteniendo los centros sanitarios en un nivel aceptable de presión asistencial.
También se aplicarán restricciones similares en las comunidades de Galicia y Cataluña. En esta última, la patronal del ocio nocturno ha recurrido las medidas ante el Tribunal Superior de Justicia y en otras muchas los hosteleros se están planteando también acudir a los tribunales y han iniciado manifestaciones y protestas.
Otras regiones han optado por el cierre de la actividad no esencial, a partir de la una de la madrugada, hasta el 14 de enero. En Canarias, Andalucía o Baleares, se ha puesto la confianza en el certificado o pasaporte Covid. Por su parte, Madrid no aplicará restricciones a la hostelería aunque sí ha prohibido las macrofiestas y reuniones multitudinarias.
