El presidente de la FRM pide que se permita la venta ambulante en puestos o furgonetas fijos (entrada actualizada)

La prohibición de mercadillos ambulantes resulta un problema en localidades pequeñas ya que obliga a desplazarse a otras localidades para comprar lo esencial

daniel osés
Daniel Osés, presidente de la FRM

Esta noticia ha sido actualizada con la aclaración por parte del Gobierno de La Rioja en la que afirma que SE PROHIBEN LOS MERCADILLOS, NO LA VENTA AMBULANTE, noticia que se puede leer AQUÍ 

El Gobierno de La Rioja ha actualizado su normativa de restricciones y ha prohibido la instalación de mercadillos en la calle. Esta actualización que entraba en vigor ya hoy jueves, y  que ha cogido por sorpresa a algunos municipios como Calahorra, puede causar problemas en las pequeñas poblaciones riojanas que dependen en muchos casos de la venta ambulante en puestos fijos o furgonetas fijos para proveerse de bienes de primera necesidad.

El presidente de la Federación Riojana de Municipios, Daniel Osés, manifiesta que, tras recibir numerosas quejas tanto de vendedores como de municipios afectados, “es totalmente necesario volver a incluir como esencial la venta ambulante de alimentación y otros bienes de primera necesidad, en puestos o furgonetas fijos que permitan adquirir los productos cumpliendo las medidas sanitarias en vigor”; por lo que insta al Gobierno de La Rioja a revertir esta situación a la manera en la que se encontraba regulada hasta ayer.

 

Este tipo de venta ambulante es “especialmente importante para aquellas localidades con menor población, dado que muchos pequeños municipios no disponen de establecimientos minoristas para la venta de estos productos a sus vecinos” dice Osés, quien resalta que  “a partir de ahora los vecinos de municipios que se encuentren en la situación de no tener estos establecimientos deberán desplazarse hasta el municipio más cercano que goce de los mismos para aprovisionarse de lo indispensable para alimentarse o comprar otros artículos de primera necesidad».

Por eso considera que «este hecho supone mayores problemas en lo relativo a la circulación de personas y desplazamientos (e incluso mayor riesgo de contagio) entre municipios dadas las restricciones existentes con el fin de poner freno a la propagación del virus, con la dificultad añadida de que en muchas zonas especialmente despobladas, los establecimientos se encuentran en localidades  bastante alejadas».

Como alternativa la nueva normativa anti Covid permite el reparto a domicilio de estos bienes de primera necesidad, pero Osés cree que «no se soluciona el problema debido a las complicaciones para los vendedores de acudir domicilio por domicilio y en muchos casos, la dificultad en los accesos así como el excesivo tiempo que ello supone».

 

A ello se une, explica Osés, el hecho de que “hay muchas personas mayores que ni tan siquiera tienen opción de poder salir de su pueblo o, familiares que lo puedan hacer, por lo que el servicio de este tipo de venta de alimentos y productos de primera necesidad, tal y como se llevaba a cabo, se hace esencial para ellas”.