Texto y Fotos: Chema Maestre
Nathy Peluso nació en Argentina en 1995, aunque desde 2004 reside en España, pero las pocas palabras que pude percibir durante su concierto, básicamente cuando se dirigía al público, lo hace con acento cubano ¿?
Enfundada en un mono de diseño surrealista y unas botas altas, su estrategia consistió en mover su melena al viento, provocado por dos ventiladores, una mirada fija y desafiante, juegos de rodillas, contoneos, sentadillas frenéticas y otros movimientos más sutiles, mientras que el público se tuvo que conformar con, esporádicamente, ponerse de pie y mover los brazos.
En lo musical, menos mal que la calidad de la banda que le acompañó, cinco músicos (guitarra, bajo, teclado y dos percusiones), al los que se les unieron dos vientos (trombón y trompeta) que hicieron que los temas más salseros cobraran fuerza, estuvo a la altura del escenario que pisaban y fue el aporte necesario a la variada propuesta de trap, hip hop, salsa, bachata y el largo etc de estilos que maneja.
Eso sí, el público que lleno Riojaforum comía en su mano, enloquecía con su proclamas y coreaba sus letras creando una euforia colectiva, mientras que este que escribe no se movió de su butaca hasta el final del espectáculo, quizá esperando un milagro tras dos horas de show.
