El próximo Pleno ordinario del Ayuntamiento de Calahorra declarará desierta nuevamente la adjudicación de las obras para la construcción de la nueva estación intermodal. Este trámite en realidad ya se realizó en la sesión del 25 de enero cuando se aprobó volver a tramitar el expediente, pero por vía de urgencia, con los votos favorables de PSOE e IU y la abstención de la Oposición. La adjudicación deberá hacerse, en cualquier caso, por un precio superior al previsto.
De nuevo de la cuestión está en que no se han presentado empresas constructoras interesadas en realizar los trabajos y eso a pesar de haber modificado el expediente y tramitarlo por vía de urgencia con «una clara intención electoralista» según la Oposición.
A pesar de ello el equipo de Gobierno Municipal insiste en que «hay empresas interesadas en acometer las obras» pero la realidad es que finalmente ninguna concurre presentando una oferta o no cumple las condiciones exigidas. Una situación cuando menos paradójica a la que el Equipo de Gobierno atribuye una serie de causas basadas en motivos coyunturales como el constante aumento de los precios de los materiales de construcción y las fuentes de energía.
Así, en una nota de prensa que no se ha hecho esperar tras las críticas difundidas esta mañana por el Grupo Municipal Ciudadanos –publicada AQUÍ– el PSOE ha recuerda que «el proyecto constructivo para la nueva Estación Intermodal en los terrenos de ADIF, fue redactado por la empresa DH INGENIERÍA en agosto de 2022 y contenía un presupuesto de realización de las obras de un total de 4,4 millones de euros«.
Según el Equipo de Gobierno, este presupuesto «tendrá que ser actualizado ya que dicha cantidad, según han manifestado las cuatro empresas constructoras interesadas en desarrollar las obras de este proyecto (dos riojanas, una aragonesa y otra del País Vasco) es insuficiente tras la reciente subida de los precios de los materiales constructivos a consecuencia de los efectos de la crisis económica desencadenada por la invasión rusa de Ucrania».
Ciertamente la guerra de Ucrania ha agravado la escasez de suministros y el incremento de los precios; pero la realidad es que la licitación es muy posterior al inicio de la guerra y también que este problema se viene produciendo antes del comienzo de la guerra –desde el final de la pandemia– como explican los gerentes de grandes empresas, que pasaron en un solo mes de la inactividad casi absoluta a la saturación de la demanda con el consecuente encarecimiento de los precios e incremento de los costes de la energía que el conflicto bélico ha recrecido posteriormente.
Sea como fuere, para el Equipo de Gobierno se trata de «un circunstancia internacional que afecta a los mercados de todo el continente y de todo el mundo, y que es responsable de que un número muy importante de licitaciones de obra pública en todo el país se estén quedando sin licitadores. De hecho –añade– el incremento de la inflación en la zona euro ha provocado que las obras públicas que quedan desiertas pasen del 3,2 al 11 % en tan solo un año, lo que ha supuesto que un total de 1.100 obras públicas de magnitud en España hayan quedado desiertas en los últimos 6 meses».
Así las cosas, el Ayuntamiento tendrá que «modificar alguna de las partidas que contempla el proyecto constructivo» para sacar nuevamente a licitación pública la adjudicación de las obras, por tercera vez, «en el menor tiempo posible».
El efecto final será, en resumen, una elevación del presupuesto de licitación. Para determinar ese incremento será necesaria «una revisión del proyecto para ver las posibilidades de modificación de las partidas económicas señaladas como más afectadas por la subida de materiales constructivos. Algo para lo que se seguirá contando, como hasta ahora, con el compromiso presupuestario del Gobierno de La Rioja, que financiará el 50% del coste de las obras de construcción de esta obra fundamental para el desarrollo de la ciudad», dice el Equipo de Gobierno.
